J. N. Duggan, John Toland: Ireland’s Forgotten Philosopher, Scholar…and Heretic. TAF Publishing, Dublin, 2010.

 

tolandEn el ámbito de lo que podríamos denominar «historia de la filosofía», hay todo un conjunto de pensadores que son considerados como los «clásicos» por excelencia del pensamiento filosófico occidental: Platón, Aristóteles, San Agustín, Santo Tomás, Descartes, Kant, Hegel o Habermas. En este listado se suelen incorporar a veces también a otros autores que son citados únicamente en relación a los anteriormente señalados. Asimismo, existe toda una serie de pensadores que apenas son mencionados, cuando no son simplemente silenciados. Entre aquellos filósofos que se podrían clasificar en esta última categoría se encuentra la figura de John Toland (1670-1722).

En efecto, a pesar del relativo interés que este filósofo está gozando actualmente entre algunos especialistas a nivel europeo, un (casi) completo silencio e ignorancia acerca de su personalidad y su obra parece ser la norma habitual. Un olvido que no sólo se ha visto reflejado a nivel académico en todo el mundo, sino que también incluso en su país natal Irlanda.

Combatir precisamente este ostracismo académico y, al mismo tiempo, dar a conocer la personalidad de John Toland a los irlandeses es la finalidad que se ha impuesto la autora J. N. Duggan con el presente escrito.

Concebido originalmente como apéndice a su estudio Sophia of Hanover: From Winter Princess to Heiress of Great Britain, 1630-1714 (Peter Owen, Londres, 2010), Duggan realiza en esta obra un repaso biográfico y filosófico de los principales temas del pensamiento de John Toland. Estructurado en cuatro partes, Duggan lleva a cabo, en primer lugar, una presentación de la vida y de la obra de Toland, haciendo hincapié especialmente en sus relaciones biográficas e intelectuales con las principales personalidades del momento como, por ejemplo, Leibniz, Sofía de Hanover o Spinoza. Asimismo, resalta su lucha contra el oscurantismo intelectual y teológico de su época (cf. Christianity not Mysterious), así como su defensa incondicional de la libertad y del republicanismo (cf. Anglia libera). Tal defensa fue lo que le llevó a proclamar incluso el reconocimiento y la asimilación de los judíos en Gran Bretaña e Irlanda ganándose por ello la enemistad de casi la totalidad de la sociedad de su tiempo (cf. Reasons for Naturalising the Jews in Great Britain and in Ireland on the same foot will all Other Nations). Finalmente, Duggan hace referencia a la reivindicación por parte de Toland de un cristianismo originario puro, sin añadidos históricos posteriores, que el filósofo creía ver reflejado en el evangelio apócrifo de Bernabé y aplicado históricamente en el cristianismo primitivo irlandés (cf. Nazarenus).

Tras esta exposición de algunos puntos clave de su filosofía, la autora ofrece una breve cronología con los hechos históricos más importantes para la comprensión de la vida y de la obra de Toland, a la vez que reproduce fotográficamente textos y portadas de algunas de las obras más representativas del pensador irlandés. El libro se cierra con una extensa bibliografía dividida en tres secciones, en la que se ofrece, en primer lugar, una relación cronológica de los escritos de Toland, un listado de bibliografía secundaria en diversos idiomas y, por último, aquellos lugares en internet en donde se puede encontrar información sobre el autor de Christianity not Mysterious.

John Toland: Ireland’s Forgotten Philosopher, Scholar…and Heretic es, por tanto, una obra con un claro carácter reivindicativo. Es una obra que pretende despertar el interés por el pensamiento filosófico y teológico de John Toland, a la vez que es una llamada a la juventud irlandesa con el fin de que se acerque y conozca a un autor que constituye «uno de sus compatriotas más clarividentes y de pensamiento adelantado» (p. ii).

Jordi Morillas