Henriette Harich-Schwarzbauer, Hypatia. Die spätantiken Quellen. Eingeleitet, kommentiert und interpretiert. Peter Lang, Bern, 2011.

 

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La aparición en el año 1720 del tratado de John Toland dedicado a exponer la vida y, sobre todo, el trágico destino de Hypatía (ss. IV-V) [1] supuso un punto de inflexión en los estudios sobre la filósofa alejandrina. Si bien Hypatía no había sido completamente olvidada en el mundo intelectual europeo, es cierto que es gracias al pensador irlandés que su nombre empieza a aparecer en primera línea, mas no como filósofa o matemática, sino como estandarte de la ciencia y del paganismo víctima de la intolerancia cristiana. Como tal, fue celebrada durante todo el siglo XIX, empezando a ser considerada como un símbolo de la lucha feminista y de la reivindicación del papel de la mujer en la filosofía a principios del XX.

Estas líneas interpretativas han sido –y son todavía hoy en día– los focos principales de la investigación en torno a Hypatía, quedando relegado el estudio filológico e histórico detallado de las fuentes que nos han llegado sobre ella a un segundo plano. No obstante, entre las pocas aproximaciones existentes conviene recordar las debidas en latín a J. C. Wolf [2], a J. Ch. Wernsdorf [3] y a H. Ligier [4], seguidas en el siglo XX por la recopilación de testimonios llevada a cabo en inglés por M. A. B. Deakin y su equipo de trabajo de la Universidad de Monash [5] y, en español, por P. Fernández Álvarez en colaboración con Ascensión Rodrigo García [6].

Con la intención de cubrir este vacío en los estudios sobre Hypatía, la filóloga austríaca Henriette Harich-Schwarzbauer publicó en el año 2011 Hypatia. Die spätantiken Quellen. Eingeleitet, kommentiert und interpretiert [Hypatía. Las fuentes tardoantiguas. Con introducción, comentario e interpretación.]

La obra se abre con un prólogo (págs. XI-XII), en el que Harich-Schwazbauer explica que este estudio tiene su origen en el trabajo presentado para la obtención del grado de catedrática en la Universidad de Graz en el año 1997, ofreciéndose aquí «una versión revisada y ampliada». En la introducción (págs. 1-4), la autora expone el contexto en el que se inserta su investigación, sosteniendo que la tarea que se ha propuesto es «analizar las fuentes sobre Hypatía como textos literarios», es decir, «clasificar los textos en su micro-estructura e interpretarlos» (pág. 3). Todo ello teniendo presente el hecho del estado fragmentario de las fuentes y, sobre todo, que «la discusión en la investigación se ha iniciado en gran medida a partir de detalles, es decir, de formulaciones, de conceptos o de motivos concretos» (íbid.).

Tras mencionar a los autores que serán objeto de estudio (Sinesio de Cirene, Sócrates de Constantinopla, Casiodoro, Damascio, Páladas, Filostorgio, Hesiquio el Ilustre y Juan Malalas), Harich-Schwarzbauer destaca la novedad que su investigación representa. Así, a diferencia de aproximaciones anteriores que buscaban interpretar y completar una fuente con ayuda de las demás, ella se dispone a analizar estos documentos como unidades independientes, siendo precisamente los «huecos» u «omisiones» que se encuentran en cada uno de ellos un incentivo para el investigador (pág. 4).

Este examen individualizado de las fuentes se lleva a cabo, en primer lugar, a través de una introducción general que tiene como finalidad presentar tanto al autor como al texto al que se hace referencia. En segundo lugar, se ofrece el texto original, junto con su correspondiente traducción alemana. El comentario posterior es lo que representa, en sentido estricto, la novedad de esta obra exegética, puesto que Harich-Schwarzbauer aprovecha el hecho de que las fuentes conservadas constan en su mayoría de pocas líneas para realizar un análisis casi palabra por palabra, discutiendo no sólo cuestiones etimológicas o filológicas, sino también problemas candentes de la investigación. Este detallado comentario es coronado por último con una serie de conclusiones que ahondan y resaltan el valor científico que cada una de estas fuentes tiene para el investigador de la vida y de la obra de Hypatía.

De esta forma, Harich-Schwarzbauer cumple con la finalidad de su estudio, que no es otra que la de «comprender los textos sobre Hypatía en su contexto con ayuda del método histórico-filológico teniendo en cuenta los principios de interpretación de la ciencia literaria. Dependiendo del texto y de la problemática se han elegido aproximaciones intertextuales y de estética de la producción y de la recepción» (pág. 4).

Establecidas estas premisas metodológicas, la profesora Harich-Schwarzbauer realiza en primer lugar una breve, pero exhaustiva exposición histórica del «estado de la investigación» en torno a Hypatía (págs. 5-19), en el que se analizan los principales escritos, la problemática que exponen y las distintas direcciones interpretativas que se encuentran en los siglos XVIII, XIX y XX.

Acto seguido, se entra en lo que es propiamente el núcleo del estudio, es decir, la exposición detallada de las fuentes. Como no podía ser de otra manera, la filóloga austríaca empieza con el único discípulo de Hypatía del que se conservan sus obras, es decir, con Sinesio de Cirene, a quien dedica un considerable espacio expositivo (págs. 22-167), centrándose especialmente en su epistolario y, en concreto, en las cartas remitidas a Hypatía.

A continuación, Harich-Schwarzbauer comenta Historia Ecclesiastica de Sócrates Escolástico o de Constantinopla (pp. 169-216), donde se encuentra la primera noticia biográfica existente sobre Hypatía en la que se describe, además,  su trágico final a manos de los fanáticos partidarios de Cirilo de Alejandría (libro VII, capítulo 15).

En esta línea de historiadores cristianos de la Iglesia, se menciona también a Casiodoro (págs. 217-230), quien redactó una Historia Ecclesiastica Tripartita, donde se dedica un capítulo a Hypatía, pero que, en parte, es deudor de lo transmitido ya anteriormente por Sócrates Escolástico.

Frente a estos autores cristianos, aparece Damascio (págs. 231-293), quien nacido casi 50 años después del asesinato de Hypatía, la cita en algunos pasajes de su Vida de Isidoro para compararla con su maestro Isidoro y presentarla como una mujer de clara inclinación política. De hecho, sería este compromiso político de Hypatía el origen de sus futuros conflictos con Cirilo, Patriarca de Alejandría a partir del año 412, a quien Damascio acusa directamente de ser el instigador de su asesinato tres años más tarde.

A continuación, Harich-Schwarzbauer se enfrenta con una fuente problemática como la representada por Páladas y su supuesto poema escrito en honor a Hypatía (págs. 295-315), para pasar luego a Filostorgio (pp. 317-322), quien en su Historia Ecclesiastica, obra conservada fragmentariamente por el patriarca de Constantinopla Focio en el siglo IX, realiza un breve comentario sobre quiénes fueron los asesinos de Hypatía, identificándolos con los partidarios de la consustancialidad, es decir, de Cirilo.

Hesiquio el Ilustre es el siguiente autor del que la investigadora austríaca se ocupa (págs. 323-334), trayendo a colación el fragmento que de su obra Onomatologos se halla en la voz dedicada a Hypatía en la enciclopedia medieval Suda, para centrarse finalmente en Juan Malalas (págs. 335-340) y en su breve referencia a la filósofa en Chronographia.

Expuestas las fuentes conservadas en griego y en latín, Harich-Schwarzbauer realiza toda una serie de «consideraciones finales» (pp. 341-353), en las que lleva a cabo una valoración global, destacando la posición excepcional que ocupó Hypatía entre los pensadores antiguos, cómo se le reconoció siempre un carácter extraordinario, critica el hecho de que se la haya representado sin relación alguna con la cultura egipcia, expone su papel en los estudios de género actuales, para señalar finalmente la «función emblemática de Hypatía» que quería reflejar en su investigación. Ésta no pretendía ofrecer «una imagen completa, más aún, homogénea y fija de la filósofa», sino, a partir de los distintos textos que se han analizado, «poner al descubierto su forma literaria en su diversidad» (pág. 352).

Como colofón a su estudio, se añade una amplísima bibliografía sobre Hypatía (págs. 355-377) y un utilísimo índice (págs. 379-385) tanto de personas (págs. 379-382), como de conceptos (págs. 382-385).

Como el lector de esta reseña puede observar, la obra de la profesora Harich-Schwarzbauer establece las bases filológicas necesarias para poder articular cualquier discurso científico en torno a Hypatía. Ahora bien, como sucede con todo estudio pionero, éste posee algunas deficiencias que también conviene resaltar. Entre ellas, la principal sería el hecho de no dedicar un apartado a analizar el testimonio ofrecido por Juan de Nikiu. Si bien es cierto que es citado en el comentario al texto de Damascio en el que se habla de la música como terapia del amor (págs. 266-267), se echa de menos un capítulo donde se ofrezca al lector el fragmento en el que se trata de Hypatía (conservado en versión etíope de una copia árabe de un texto redactado originalmente en griego) junto con su traducción alemana, que habría sido, por otro lado, pionera [7]. Ignoramos cuál puede haber sido el motivo por el que la profesora Harich-Schwarzbauer decidió no incluir este texto en la lista de fuentes sobre Hypatía, pero de esta manera tanto el lector interesado en la temática como el especialista se quedan sin un testimonio fundamental: Juan de Nikiu es el único historiador cristiano que ofrece, en claro contraste con todos los testimonios conservados, sean éstos cristianos o paganos, un retrato completamente negativo de Hypatía, sin simpatía alguna ni por su persona, ni por su labor científica, y en el que se declara como triunfo personal y gran hazaña de Cirilo de Alejandría el asesinato de la filósofa por parte del populacho cristiano.

No obstante éste y otros errores que se puedan encontrar en esta obra exegética de primer orden [8], lo que no se puede negar es que nos hallamos ante una investigación pionera que analiza y examina las principales fuentes sobre Hypatía de una manera magistral, que tiene presente todos los avances científicos y que sienta las bases filológicas para ulteriores investigaciones en torno a una mujer que destacó no sólo entre los matemáticos de su tiempo, sino también por el cultivo de aquella disciplina que exige «un esfuerzo superior de la naturaleza humana», es decir, de la filosofía [9].

Jordi Morillas

 

[1] John Toland, Hypatia: or, the History of a most beautiful, most vertuous, most learned, and every way accomplish’d LADY; who was torn to pieces by the CLERGY of Alexandria, to gratify the pride, emulation, and cruelty of their ARCHBISHOP, commonly, but undeservedly stil’d St. CYRIL, en Tetradymus, J. Brotherton & W. Meadows, Londres, 1720, págs. 101-136. En breve, publicaremos una edición anotada y comentada de esta obra fundamental de Toland.

[2] J. C. Wolf, Mulierum Graecarum, quae oratione prosa usae sunt, fragmenta et elogia Graece et Latine, A. Vandenhoeck, Hamburgo, 1735, págs. 72-91.

[3] J. Ch. Wernsdorf, Dissertationes Academicae I-IV. De Hypatia philosopha Alexandrina, Schlomach, Wittenberg, 1747- 1748.

[4] H. Ligier, De Hypatia philosopha et eclectismi alexandrini fine, Mercurii Curte, Dijón, 1879.

[5] Véase, por ejemplo, su obra The Primary Sources For The Life and Work of Hypatia of Alexandria, Dept. of Mathematics, Monash University, Clayton, 1995 y, en colaboración con W. Frost y M. Wilkinson, The Suda Article on Hypatia, Dept. of Mathematics, Monash University, Clayton, 1995.

[6] Hipatia de Alejandría en las fuentes documentales antiguas. Introducción, edición y notas de Pedro Fernández Álvarez. Traducción en colaboración con Ascensión Rodrigo García, Ciudad Real, 2010. Recurso en internet: http://es.scribd.com/doc/50213497/HIPATIA-DE-ALEJANDRIA-EN-LAS-FUENTES-DOCUMENTALES-ANTIGUAS.

[7] Pionera, puesto que de este texto sólo se disponen de dos versiones en lenguas modernas: una en francés (Chronique de Jean, évêque de Nikiou. Texte éthiopien, publié et traduit par H. Zotenberg, Imprimerie Nationale, París, 1883) y otra en inglés (The Chronicle of John, Bishop of Nikiu. Translated from Zotenberg’s Ethiopic Text. Translated with an introduction by R. H. Charles, Williams & Norgate, Londres, 1916). No existe todavía una versión directa del etíope al español.

[8] Véanse, por ejemplo, los errores detectados por Raphael Brendel en su reseña para H-Soz-u-Kult (09.07.2012). Recurso en internet: http://hsozkult.geschichte.hu-berlin.de/rezensionen/2012-3-018

[9] Cfr. J. Toland, Hypatia, op. cit., p. 106.